Tik Tok es una de las redes sociales más utilizadas por las generaciones más jóvenes. La aplicación sirve como punto de encuentro para compartir aquellos temas que les preocupan y la vida laboral es uno de los más candentes. La generación Z es aquella que está comenzando a dar sus primeros pasos en el ámbito laboral y, con ella, coincide un cambio de paradigma que ha puesto a la conciliación y asuntos personales en un primer plano, dejando al trabajo en uno más secundario.
En Tik Tok vimos cómo se viralizaba la gran dimisión, que consistía en renunciar a puestos de trabajo que no cumplían con las expectativas del trabajador en cuanto a salario, horas de trabajo y conciliación. Y, ahora, estamos viendo cómo los centennials están protagonizando el quiet quitting o renuncia silenciosa: hacer lo mínimo para que la empresa no pueda despedir. No se trata de que las generaciones más jóvenes sean más vagas que sus predecesoras, se trata de dejar claro al superior que no están dispuestos a sacrificar su tiempo personal por un puesto de trabajo.
¿Cómo deben mover ficha las empresas para evitar esta situación? Ojo, no se trata de conseguir que nuestro equipo trabaje más horas, se trata de que dentro de su horario encuentren un espacio motivador que fomente sus ganas de mostrar todo su potencial.
Tips para frenar los efectos de la renuncia silenciosa
1. Diálogo abierto
Según un estudio realizado por Cobee, el 79 % de los empleados españoles asegura haber experimentado estrés prolongado. En muchas ocasiones, este síntoma podría reducirse con una comunicación continua. Por eso, es crucial no descuidar a nuestro personal y atender a sus necesidades a través de la escucha. No hay que olvidar que los problemas personales afectan a los laborales, y no se trata tanto de encontrar una solución sino de entender la situación.
2. Invierte en salario emocional
No se trata de que hagas una degustación de tartas o frutas en la oficina o de desembolsar dinero para que tu equipo haga un curso de surf. Está genial, pero el salario emocional consiste en entender que habrá días en los que surjan imprevistos que impidan que tu trabajador acuda a su puesto o que necesite una semana con la máxima flexibilidad horaria posible y estés a la altura para poder responder a ello con comprensión y empatía, llegando a acuerdos win-win.
3. Fin de la oficina tradicional
Asúmelo, el concepto de oficina que teníamos hace unos años, murió tras la pandemia. Las nuevas generaciones no quieren asistir a un lugar en el que sentarse durante ocho horas delante de un ordenador, quieren un espacio donde puedan intercambiar ideas, estimular sus conocimientos y retroalimentarse de otros compañeros.
4. Más formación
Si quieres retener talento, tu empleado debe sentir que no deja de crecer contigo. No hay nada peor para las nuevas generaciones que sentir que han tocado techo, que ya no pueden avanzar. A partir de aquí, el trabajo se vuelve monótono y cero desafiante. Para evitarlo, es importante que tus empleados puedan seguir formándose y que les des nuevas responsabilidades. En este punto será importante encontrar un equilibrio entre carga de trabajo y salario.
En definitiva, la renuncia silenciosa es una respuesta a un cóctel de malas condiciones laborales, estrés, y un ambiente de trabajo complicado y nada motivador. Si queremos adaptar nuestra empresa a las necesidades de la generación Z, la figura de un mediador puede ayudarnos a rediseñar el concepto que tenemos del trabajo y de relacionarnos con nuestro equipo.