Todos hemos oído alguna vez eso de que uno de los factores clave del éxito de las empresas son los trabajadores. ¿Por qué? No es lo mismo que los empleados se limiten a hacer el trabajado acordado por contrato a que se impliquen verdaderamente con la empresa. En este segundo caso, los empleados intentarán dar lo mejor de sí mismos velando por el crecimiento de la compañía y haciéndola crecer hacia el éxito. ¿Cómo evitar que tu empresa pierda talento?. Te damos algunas claves.

 

Un empleado feliz es una empresa productiva

Sin embargo, no siempre se da el ambiente idóneo para que este grado de implicación de los trabajadores se produzca.  Desde un mal ambiente laboral con una liderazgo poco flexible hasta el excesivo control o la poca confianza en la palabra del trabajador… No todo lo que valoran los empleados es la retribución económica, también hay que tener en cuenta el conocido como “salario emocional”. Este último es el que engloba circunstancias como permitir la conciliación familiar y laboral, la flexibilidad y fundamental, la confianza… A la hora de la verdad, puede ser determinante en la decisión de que un trabajador decida abandonar, o no, un proyecto, una empresa.

 

Retener al trabajador: la cuenta pendiente de las empresas

Lo irónico de todo esto es que, a la hora de contratar un trabajador, las empresas cada vez solicitan más requisitos. Sin embargo, ¿cuántas de ellas se preocupan por cuidar a sus trabajadores una vez que los han reclutado? Es decir, si hemos hecho un exhaustivo proceso de selección y nos hemos quedado con los mejores, ¿por qué no nos preocupamos por tratar de mantener ese talento?

El gran reto de los departamentos de RRHH en los últimos años ha sido precisamente ese: el ser capaz de retener el talento que contratan. Esta situación se está produciendo porque ha habido un cambio de paradigma. Las nuevas generaciones ya no buscan quedarse en un trabajo durante toda su vida laboral, sino que buscan compañías en las que sentirse realizados, valorados y escuchados. En este punto, cobra vital importancia la comunicación y el diálogo. La mediación de conflictos laborales es una estrategia clave en el departamento de RRHH y puede ser muy útil a la hora de retener el talento de las empresas. El mediador laboral, al ser una figura neutral, procurará que ambas partes puedan expresar sus  necesidades y puedan velar por sus intereses. En el caso de que haya una discrepancia entre ambos, fomentará el diálogo y facilitará llegar a un acuerdo que beneficie a las partes implicadas.

En cualquier entorno en el que haya relaciones interpersonales se pueden producir situaciones conflictivas. Lo que marca la diferencia es la manera que buscamos para resolverlas y ahí es dónde se ve la verdadera naturaleza de la empresa. La mediación laboral previene la escalada del conflicto y evita que se produzcan situaciones más límite como pueden ser los pleitos.