Todavía transitando el periodo pandémico, podemos empezar a divisar un dibujo de lo que será el futuro de nuestro entorno laboral. Parece que todo volverá a ser como antes, pero nada volverá a ser igual. La forma de enfrentarnos al trabajo, a las relaciones sociales y las prioridades que tenemos han dado un volantazo casi repentino;  y, tal y como la vida está sucediendo, ponerle interrogantes al futuro es un intento de encontrar respuestas que, difícilmente pueden ser concretas, cerradas e inamovibles. 

La palabra VUCA, que obedece a las siglas en inglés: volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad, define muy bien el tipo de escenario al que nos enfrentamos, razón por la que empresas de todo el mundo han decidido adoptar esta actitud, que no deja de ser una estrategia para ofrecer una respuesta ágil a los incesantes cambios del mercado laboral, teniendo en cuenta, además, la progresiva transformación digital.

 

Claves para el líder VUCA 

 

Hacer frente a la volatilidad

La figura del líder siempre deberá mantener una visión clara sobre su organización para no perder el rumbo ante situaciones de transformación. La vida puede cambiar en cuestión de segundos, pero los valores y la identidad de la empresa deben mantenerse fuertes ante la adversidad. Eso sí, también deberán ser flexibles y estar abiertos a actualizaciones.

 

Combatir la incertidumbre

Ante contextos en los que muchas variables entran en juego, es esencial comprender las estrategias que tiene la empresa a su disposición para dar respuesta rápida a los cambios, centrarse en lo que puede controlar a corto plazo y no tener miedo a abrazar a la incertidumbre, tomándola como una oportunidad para arriesgar.  

 

Encarar a la complejidad

Ante entornos difíciles es necesario que el líder VUCA sepa mantener la claridad para afrontar los desafíos. Tomar decisiones capaces de crear una ventaja competitiva y poner sobre una balanza los riesgos que se están asumiendo.

 

Aceptar la ambigüedad

Depender de planes a largo plazo no hará más que estancar el avance de la empresa, porque los planes previstos pueden quedar obsoletos muy rápido. El líder VUCA deberá apostar por estrategias flexibles y abrir el camino hacia la innovación. 

 

El equipo humano como eje central

Un buen líder VUCA no solo estará atento a las estrategias que debe seguir la empresa para no precipitarse en un futuro incierto, este perfil también tendrá que tener más presente que nunca a su equipo.

El bienestar de las personas es esencial para alcanzar el éxito, y es que tener a unos trabajadores que se sienten escuchados se traduce en grandes resultados. Por eso, el líder debe conseguir una conexión emocional con su equipo, establecer un espacio seguro y de respeto mutuo con el objetivo de construir un ambiente de confianza que saque partido a lo mejor de cada uno.

En este sentido, el departamento de recursos humanos deberá adaptarse a las necesidades de los potenciales candidatos a formar parte de la empresa y tener en cuenta sus expectativas e inquietudes profesionales.

Adaptarse a las nuevas necesidades del mercado no siempre es fácil para todas las empresas, y más, cuando nos encontramos en un periodo de transición. Por eso, si necesitamos ayuda externa, la figura del mediador puede estudiar nuestra situación y asesorarnos en los puntos que podemos mejorar. Todo ello,  con el objetivo de adoptar un nuevo enfoque en nuestra forma de enfrentarnos a los cambios.