Pedro trabaja en una agencia de publicidad y aunque, en un primer momento, le costó acostumbrarse al teletrabajo, enseguida supo ver los beneficios que este sistema de trabajo le aportaba a su vida diaria. De repente, el cuidado de sus dos hijos resultaba más fácil, la conciliación ya no era un quebradero de cabeza;  no tenía que preguntarse con quién los iba a dejar el lunes y quién iba a ir a recogerlos al colegio el martes. Además, podía pasar mucho más tiempo con ellos. Pero el pasado mes tuvo que volver a la oficina y el problema ha vuelto a aparecer. La diferencia es que ahora Pedro se pregunta si continuar en una empresa que no le está facilitando conciliar.

Aunque estemos volviendo, escalonadamente, a un sistema presencial de trabajo, la realidad es que trabajar desde casa ha cambiado nuestra mentalidad para siempre. Hemos comenzado a preguntarnos cosas en las que antes no reparábamos y a valorar otras tantas que antes de la pandemia teníamos en un segundo plano. Sin lugar a dudas, la conciliación es uno de esos temas que han pasado a protagonizar los debates en cuanto a “presencialidad sí, presencialidad no”. Por eso, es importante para los empresarios comenzar a redefinir la estructura de su organización.

 

¿Un espacio para niños?

Con la vuelta a la normalidad, muchas empresas se han dado cuenta de lo importante que es crear un espacio que no solo esté destinado al trabajo, sino también a otros aspectos como el descanso, el ocio y, por supuesto, los niños.

Poder habilitar una zona destinada a los hijos de nuestros empleados en la propia oficina supone un desahogo para muchas familias, ya que no todas tienen los recursos para poder dejar su cuidado en manos de otros familiares. Además, la vuelta a los colegios todavía es muy inestable, y los padres siempre tienen que estar preparados para cualquier acontecimiento de última hora. Por ejemplo, que un compañero de positivo y todo el grupo se tenga que ir a casa.

 

No solo es cuestión de espacio

Desafortunadamente, no todas las empresas están preparadas para destinar un área de su oficina a una guardería. Bien por su tamaño o bien por el coste que supone. Pero siempre existen otras alternativas que pueden ayudar a facilitar la conciliación.

  • Horario flexible. En vez de establecer un horario rígido, la organización puede establecer una franja horaria recomendada para la asistencia y dejar otra a la libre elección del trabajador. Por ejemplo, no es lo mismo tener que entrar a las 8:00, cuando llevar a los niños al colegio sería imposible, que a las 10:00. Dar opción a una jornada intensiva o a una reducción de la jornada también puede resultar beneficioso.
  • Descuentos en actividades. Algunas corporaciones ya cuentan con un portal para empleados donde, aquellos que tienen niños a su cargo, pueden encontrar descuentos para la asistencia a campamentos o, incluso, en canguros y centros educativos. Esta iniciativa es muy positiva en momentos del año en el que los niños disfrutan de su periodo vacacional.

 

La oficina del futuro es una oficina apta para niños. Tener esto en mente, no solo mejorará la vuelta a la presencialidad de los trabajadores, sino que, además, nos ayudará a mantener y reclutar nuevos talentos. Si necesitamos asesoramiento en este ámbito, la figura del mediador puede ayudarnos a buscar las mejores opciones que se ajusten a las características de nuestra empresa.