Acabo de entrar a trabajar en la empresa de mi familia y, lo que parecía un sueño laboral, de repente se transforma en una pesadilla. Encuentro que no son claros en la forma de actuar, que la información importante me llega a cuenta gotas, y de distintas bocas, y que la información se contradice. Además, siento que no puedo exponer lo que pienso con libertad, porque los lazos que nos unen son muy delicados y temo crear conflictos.

Una empresa familiar no es fácil de gestionar. Convivir con aspectos como tener a tu padre como jefe, a tu cuñada como administrativa o a tu hermano como compañero directo, puede tener connotaciones positivas, por la seguridad que se genera; pero también algunos factores negativos, que suelen tener su origen en la comunicación interna de la empresa.

Por ello, para preservar el éxito de la empresa, es imprescindible construir un plan de comunicación riguroso y claro, que permita a cada miembro definir su papel dentro de la organización. Aquí presentamos algunos consejos.

5 tips para una comunicación exitosa en la empresa familiar

  1.   Poner fin a la “cultura del secreto”. Este modo de operar es peligroso, aunque surge de manera natural cuando las cosas se hablan y explican poco, y, además, se dicen de forma distinta a cada miembro de la organización. La información siempre debe llegar de manera directa, en su totalidad y con las personas que conforman el equipo, reunidas.
  2.   Apostar por una comunicación horizontal. La información no debe ser percibida como una mera divulgación. El mensaje que transmitimos debe dar espacio al diálogo y al consenso. En este sentido, comunicar desde arriba hacia abajo puede entenderse como una orden y no como una información que podamos rebatir.
  3.   Separar lo personal de lo profesional. Debe ser el mantra de la empresa. Si además de jefe, eres padre de tu empleado, debes tener en cuenta que la forma en la que te diriges a tu hijo en el entorno laboral, debe ser concreta y clara. Además, la información no debe contagiarse de otros asuntos que estén relacionados con el ámbito familiar. En el caso contrario, el hijo-empleado se sentirá confuso.
  4.     Formar a la siguiente generación. Muchas empresas familiares mueren porque no aguantan el relevo generacional. Es esencial para la supervivencia de la organización, educar a las siguientes generaciones, haciéndoles entender la cultura y misión de la empresa, estableciendo un lenguaje común y trabajando en la colectividad.
  5.   Un plan para la sucesión. Es la clave para asegurar la continuidad de la empresa. Definiendo roles, manteniendo una comunicación transparente y dejando atrás los asuntos familiares en horas de trabajo, podremos elaborar un plan de sucesión en el que todos los miembros de la organización alcancen el consenso.

Si la situación en la empresa es caótica y no sabemos cómo abordarla, siempre podremos recurrir a la figura del mediador, quien establecerá espacios de diálogo y comunicación que faciliten la empatía y la escucha. De esta forma, transmitiremos nuestras opiniones de manera adecuada y oportuna, fortaleciendo la relación laboral sin debilitar la familiar.