¿Alguna vez te has preguntado por qué tu mascota es capaz de percibir momentos de malestar y por qué intenta cuidarte a su manera? Los animales son capaces de entender los períodos de crisis que atravesamos, son capaces de empatizar con nosotros, y de actuar según la circunstancia.

En este sentido, los caballos son los reyes. Como presas en la naturaleza, han desarrollado una capacidad sensorial para sobrevivir, que les permite recoger toda la información que existe en su entorno;  las energías, no escapan a este reconocimiento. Un caballo, necesita establecer un vínculo de confianza mutua con el humano para poder colaborar. Por eso, dentro del ámbito empresarial, el horse coaching puede ayudarnos a esclarecer por qué nuestra figura como líder no está funcionando, averiguar nuestro nivel de asertividad o entender por qué nuestro trabajo en equipo está fracasando.

No es cuestión de magia, es cuestión de percepción

Como dato, es interesante saber que solo el 7% de las comunicaciones que utilizamos son verbales, el resto lo comunicamos con el cuerpo y las emociones. El Horse Coaching pone esto en evidencia porque el caballo es capaz de percibir cómo nos encontramos, nuestra postura corporal, localizar tensiones e, incluso, reconoce nuestros gestos faciales.

Si tenemos una actitud impetuosa o agresiva, o nos acercamos con miedos e inseguridades, el animal no querrá establecer contacto con nosotros, no podrá confiar en nosotros. Además,  ponen en equilibrio nuestro cerebro emocional y racional, porque captan las incongruencias en nuestros mensajes. Si lo que decimos no concuerda con lo que pensamos, lo sabrán. Y lo impactante del Horse Coaching es que lo que pasa con el caballo tiene muchas similitudes con lo que pasa con las personas. 

Los caballos, nos ponen un espejo delante para auto reconocernos. Y como animales, lo hacen sin ningún tipo de sesgo. Para ellos, no hay diferencias entre nosotros, no hay espacio para el juicio.

Beneficios del Horse coaching

Cuando dejamos atrás la niñez y nos incorporamos a la vida adulta, nos ponemos una serie de capas que actúan como mecanismo de defensa ante situaciones que no sabemos gestionar. A través de dinámicas en las que se busca establecer un vínculo de confianza directa con el caballo, el animal nos invita a deshacernos de estas máscaras para mostrarnos como somos. Tendremos la oportunidad de:

  • Mejorar la capacidad de negociación. Probablemente, la primera estrategia que sigamos para acercarnos al caballo, no funcione. Esto supone una oportunidad para hacernos un chequeo y averiguar cómo nos estamos comunicando, qué tenemos que cambiar en nosotros para ganarnos la confianza del animal.
  • Permanecer en el aquí y ahora. No podemos trabajar de forma eficiente si no dejamos atrás el ruido mental, si estamos estresados y no nos mostramos receptivos con lo que está pasando. El caballo, nos ayuda a deshacernos de estas situaciones porque es capaz de reconocer esta actitud.
  • Mejorar la forma de liderar. Un líder no impone su visión. Es fiable, empático, valora lo que los demás ofrecen y se muestra flexible. Propone establecer relaciones de confianza mutua. El caballo, nos ayuda a adquirir esta habilidad. En caso de adoptar una postura autoritaria, nos lo hará ver a través del rechazo.

Cuando la forma de trabajar en nuestra organización no está funcionando, hay tiranteces en el equipo y no sabemos localizarlas o gestionarlas, el Horse Coaching nos puede ayudar, de forma individual o colectiva, a identificar todos esos factores que hacen que la comunicación no sea efectiva. Además, no es necesaria tener experiencia previa montando caballos, porque todas las actividades propuestas, se hacen desde tierra con el mediador y un entrenador equino.