Pedro lleva cinco años al frente de su empresa, gestiona la labor de cincuenta trabajadores divididos en distintos departamentos y, de un tiempo a esta parte, ha notado que en su organización siempre hay algún tipo de conflicto, bien sea por diferencias en la forma de hacer las cosas o, incluso, por falta de compañerismo. Pedro piensa que sus trabajadores deben llegar a acuerdos entre ellos y en vez de intervenir en la situación, les dejar gestionarlo entre ellos. Pedro tiene muchas aptitudes académicas y es resolutivo en el trabajo, pero aún le queda mucho recorrido en cuanto a algo muy importante para el liderazgo: la inteligencia emocional.

Normalmente, tenemos muchos prejuicios hacia este concepto, lo vemos como algo muy difuso o difícil de definir. Pero, en realidad, se rige bajo herramientas emocionales muy concretas que resultan beneficiosas y efectivas en la resolución de conflictos. Por supuesto, al igual que ocurre con las matemáticas, la inteligencia emocional es algo que también se entrena y que podemos desarrollar con el objetivo de crear un buen clima de trabajo.

 

Tips para entrenar la inteligencia emocional
Desarrolla la escucha

Oír no es lo mismo que escuchar. Cuando alguien plantea un problema o una sugerencia es importante que le escuchemos de forma activa y no le restemos importancia o nos obcequemos en nuestro propio pensamiento. Es importante adquirir compromiso con nuestro equipo, preguntar y aclarar dudas para saber por qué se han producido fricciones. La escucha ayuda a tomar decisiones más concretas y certeras.

 

Muestra empatía

Es la piedra angular en toda resolución de conflictos. Liderar un equipo no solo se basa en dar órdenes y comprobar que se ejecutan. Imagina que termina el mes y los resultados han sido nefastos. Tus empleados están totalmente capacitados para realizar el trabajo, la pregunta no es cómo ha sucedido sino por qué. Antes de dar un tirón de orejas, ponte en su lugar, pregúntales, ¿se han visto desbordados?, ¿no has sabido explicarte?, ¿has escuchado sus necesidades? 

 

Intenta contener tus emociones

Pasamos muchas horas trabajando y es normal que se produzcan frustraciones y hostilidades, sobre todo en momentos de alto estrés. Ante estas situaciones es esencial incorporar en nuestra actitud el lema británico “Keep calm and carry on” (mantén la calma y sigue adelante). ¿Por qué? Tanto pagar un momento de ira con nuestro equipo como mostrarnos altamente vulnerables puede ser contraproducente. En el primer caso, porque el nivel de enfado subirá y en el segundo, porque puede mermar la motivación de los empleados. Lo mejor es trabajar para encontrar el equilibrio justo.

 

Sé asertivo

Es una de las mayores muestras de inteligencia emocional, saber decir las cosas de forma argumentada sin ofender, teniendo en cuenta la visión del resto. Se trata de mantener una posición firme sin despreciar las ideas de los demás. No se trata de ser rígido, porque en la asertividad también tiene cabida la flexibilidad. Se trata de defender nuestra postura sabiendo incorporar las ideas de unos cuando éstas son oportunas y comunicando a otros por qué sus propuestas son rechazadas.

 

Adquirir inteligencia emocional lleva un tiempo porque requiere todo un proceso de autoconocimiento. Si incorporar estas ideas en el ámbito laboral nos parece interesante pero pensamos que aún no tenemos las habilidades necesarias, siempre podremos acudir a la figura de un mediador, que como ojo externo nos ayudará a implementarlas creando espacios de diálogo donde tanto empleados como superiores, puedan  exponer sus necesidades de forma segura.