Javier ha dado un cambio radical a su vida. Tras 5 años pensando en emprender, la pandemia le ha hecho ver las cosas de otra forma y ha dado el paso de montar una e-commerce relacionada con el mundo del surf, su verdadera pasión.
Tras meses investigando y analizando, por fin, ha creado su empresa con toda la ilusión del mundo y en esta primera etapa, ha decidido contratar un equipo inicial de 3 personas: Rocío, administración y finanzas; Alberto, marketing digital y Lorena, llevando toda la parte comercial y operaciones. Javier, está entusiasmado con el proyecto.
Comienza a recibir sus primeros pedidos, todos los días recibe en su email muchas preguntas de gente interesada en comprar; incluso comienza a realizar una colaboración con dos Influencers del mundo del surf que le están dando gran visibilidad y conversión a su empresa; pero hay algo que le preocupa y no le deja celebrar la felicidad de los buenos resultados obtenidos. Observa que entre Alberto y Lorena hay cierta rivalidad y comienzan a tener enfrentamientos que hacen que el trabajo se retrase y no salga todo lo bien que le gustaría.
Javier está preocupado. Él es una persona muy observadora, pero de pocas palabras, y se está dando cuenta de todo lo que sucede. Alberto y Lorena son perfiles muy diferentes, pero son excelentes profesionales y los necesita a su lado en su recién estrenado proyecto. ¿Qué debe hacer para que la confrontación no vaya a más y la empresa respire un buen ambiente? La empresa solo se creó hace 3 meses, están en una fase inicial y no pueden permitirse el lujo de que comiencen a florecer los problemas entre compañeros de trabajo, pero lo que tiene claro es que no quiere perder a ninguno.
Recurrir al papel del mediador para encontrar una solución
Crear una empresa desde 0 es tarea complicada, que requiere un gran esfuerzo y sacrificio; y dar con el personal perfecto desde el inicio, mucho más. Si consideras que tienes un buen equipo de trabajo, que no quieres prescindir de nadie y que deseas apostar por crecer con las personas que has contratado, debes hablar con las partes implicadas. Si en tu caso, no sabes muy bien por dónde comenzar, lo ideal es contratar la figura del mediador como prevención para que la empresa pueda seguir creciendo de manera satisfactoria y que el equipo de trabajo que has seleccionado se sienta cómodo y no tenga la necesidad de buscar otro proyecto fuera de la organización.
El mediador, ayudará a que las partes implicadas se respeten, valoren y nunca exista una rivalidad si no todo lo contrario, compañerismo. Todos tenemos diferentes formas de ver las cosas, de realizar nuestro trabajo y de organizar nuestras tareas diarias pero nunca mediante el método impositivo, las falta de educación o las decisiones perjudiciales.
La figura del mediador es muy útil para facilitar la posibilidad de frenar los malentendidos y restablecer una buena comunicación.
Tomar partido en los conflictos
Muchas personas deciden no tomar partido en los conflictos y simplemente, esperar a que los problemas se solucionen solos. A veces ocurre, pero si te importa tu equipo de trabajo, lo ideal es implicarse y resolver la situación complicada para que todas las partes vuelvan a sentirse a gusto formando parte de la compañía. Estás en el inicio de una relación profesional que, ojalá, dure años.
Prevenir antes de que la situación se complique
Es fundamental hacer las cosas bien desde el inicio; por ello, otra de las tareas que puede hacer el CEO, es contratar una mediación preventiva con los nuevos empleados de la compañía. En esta mediación, se establecerán unas líneas de comunicación mutuas para que el trabajo sea eficaz desde el primer momento y lo más importante, haya un entendimiento por ambas parte desde el despegue. Es importante hacer las cosas bien desde el principio. ¡Tienes a los mejores! Así que planifica, coordina, actúa y crece con tu equipo. Ya lo dice el refrán “es mejor prevenir, que curar”.