A la hora de pensar en mediación dentro del entorno laboral, siempre nos viene a la mente el departamento de Recursos Humanos (RRHH). Es determinante en una compañía y se encarga principalmente de contratar, organizar y motivar a los empleados de una empresa. Al ser una parte de la compañía que está en constante contacto con los trabajadores, son los primeros en ser partícipes de los conflictos entre empleados y organización y por supuesto, son parte fundamental de la resolución de los mismos.

El responsable de RRHH, parte imprescindible en los proceso de mediación

La gestión eficiente de RRHH conseguirá evitar conflictos y situaciones incómodas. Pero en multitud de ocasiones, necesita el apoyo de una figura externa a la compañía que le ayude. Y, para ello, la figura del mediador podrá no solo ayudar a resolver los problemas existentes, sino a crear herramientas para futuras ocasiones. 

En ocasiones, si la figura que participa en el conflicto es la de RRHH, el empleado tenderá a pensar que en todo momento favorecerá a la compañía. Por este motivo, es esencial que se cuente con una tercera persona que escuche las diferentes visiones de forma imparcial. Que colabore con las partes implicadas en encontrar una alternativa eficaz para solucionar el problema sin llegar a métodos más complejos como el arbitraje o incluso los tribunales.

La creación de un espacio de encuentro para solventar los problemas

El mediador es una persona que no se posicionará por ninguna de las dos partes ni emitirá juicios de valor. Lo que hará será escuchar, agilizar, flexibilizar y asegurar el correcto desarrollo del encuentro bajo el respeto y la educación. Será el encargado junto con RRHH de dirigir el proceso y de ayudar a que el buen clima de trabajo vuelva a imperar en la organización y consigan mantener un adecuado clima laboral evitando, entre otras cuestiones, bajas, absentismo o pérdidas de talento.

La comunicación: herramienta clave en la gestión de conflictos

No cabe duda que, una comunicación eficaz y una escucha proactiva, son fundamentales a la hora de resolver conflictos. Dejar que las partes implicadas se expresen con sinceridad, respeto y empatía, es clave para resolver diferencias de un modo correcto y por supuesto, pacífico. La palabra, es una herramienta con un poder impresionante. Hay que dejar escuchar y hablar, no mostrar interpretaciones y actuar con objetividad. Es vital expresar sentimientos y por supuesto, es tarea imprescindible del profesional de RRHH llevar a cabo un protocolo que ayude a crear relaciones cordiales, profesionales y constructivas entre los miembros de la organización. De hecho, el mediador, podrá ayudar a realizar estos planes detallados y velar por su correcto funcionamiento.

Pasamos gran parte de nuestro tiempo en nuestro entorno de trabajo y por ello, ante el mínimo problema hay que actuar de forma rápida, segura y activa. Mediador y RRHH son un tándem perfecto para la resolución de cualquier tipo de conflicto en la organización.