En el mundo empresarial y, especialmente, en el departamento de Recursos Humanos, es habitual pensar en cómo podemos generar y, sobre todo, mantener la motivación del equipo humano que trabaja con nosotros. Haciendo especial énfasis en aquellos trabajadores que llevan años en la empresa y, por lo tanto, tienen una necesidad más latente por enfrentarse a nuevas metas que alimenten las ganas de seguir aportando su talento.
La motivación es un motor esencial para mantener viva la pasión por el trabajo que se está haciendo, pero muchas veces existe una idea equivocada de lo que esto significa. Por ejemplo, el dinero no siempre es la solución. Por supuesto, mantener a las personas bien retribuidas para que sientan que su trabajo es valorado, es muy importante, pero no es suficiente. Y aquí es cuando los retos laborales juegan un papel más relevante de lo que pensamos.
¿Te has preguntado alguna vez qué es lo que más estimula a tu trabajador?, ¿recuerdas qué es lo que le movía para estar en tu empresa y no en otra? Uno de los peores sentimientos que puede llegar a experimentar un equipo es pensar que ya ha tocado techo en la organización y que no va a poder avanzar. Se trata de un sentimiento que mata la motivación, pero la buena noticia es que es irreal. Siempre podremos encontrar nuevas vías de expansión si vamos proponiendo pequeñas metas.
Breve guía para establecer nuevos retos
- Objetivos alcanzables. No se trata de proponer retos que, a la práctica, sean inalcanzables porque, más bien, conseguiremos el efecto contrario a motivar. Lo que sí podemos hacer es diseñar pequeños objetivos que, progresivamente, vayan aumentando en su complejidad. De esta forma sumaremos aquello que ya sabemos hacer con nuevos aprendizajes de una forma escalonada. Sin agobios ni sobrecargas.
- Crea equipos. Si hay algo que reside en nuestra idiosincrasia es las ganas que tenemos de competir. Entendiendo la competición desde un punto de vista sano. ¿Qué tal si para ese nuevo proyecto que acaba de entrar creas dos equipos con dos apuestas distintas? Puede ser una buena oportunidad para desarrollar la creatividad y, además, fomentar el trabajo en equipo y el liderazgo. ¡Que gane el mejor!
- No subestimes. En algunas ocasiones caemos en el error de no proponer retos más complejos a nuestros empleados porque pensamos que no están preparados o que será una carga para ellos. Por supuesto, no podemos sobrecargar a una persona cuando se trata de algo nuevo para ella, pero también debemos animarle a salir de su zona de confort y explorar nuevos terrenos. Los resultados nos sorprenderán.
- Monitoriza los pasos. No lances a tu equipo a los leones, sigue sus pasos. Cuando proponemos un nuevo reto en un terreno desconocido para el empleado, es importante que éste sepa que cuenta con tu expertise. No hace falta que le hagas el trabajo, pero dale feedback sobre lo que está haciendo, hazle saber si está en el buen camino o, quizás, necesita darle una vuelta. De esta forma, se sentirá acompañado y ganará en seguridad.
Un nuevo año está a la vuelta de la esquina, una oportunidad magnífica para escribir una nueva página y sorprender a tu equipo con nuevas posibilidades para expandir su talento. Si quieres establecer nuevos retos pero tienes muchas dudas que no sabes cómo responder, un mediador, como figura externa, puede ayudarte a dar con la clave para mantener la motivación de tu equipo avivada, evitando la fuga de talentos.