Luis es un hombre gay y con pluma, que trabaja en una empresa como administrativo. Es una persona que decide no ocultar su identidad  y mostrarse de forma natural, con su forma de ser, siendo un trabajador más. El problema llega cuando Luis comienza a percibir que sus compañeros dicen cosas sobre él a sus espaldas y que, incluso, han intentado desacreditarle como profesional a través de comentarios lgtbifóbicos.

La realidad de Luis la están viviendo muchas personas LGTBIQ+ en el entorno laboral. Según datos del último informe de la consultora Mpatika, el 86% de las personas de este colectivo ha escuchado alguna vez burlas en su lugar de trabajo y, según datos del Proyecto Europeo ADIM, el 72% se ven obligadas a ocultar su identidad u orientación sexual para sentirse más seguras.

De hecho, muchas personas LGTBIQ+ piensan que su identidad u orientación supone un inconveniente a la hora de encontrar trabajo. Una situación que, en el caso de las personas trans, empeora, ya que la tasa de desempleo para este sector sigue siendo muy elevada. Como empresa no podemos seguir perpetuando esta situación y, mucho menos, seguir permitiendo que la intolerancia siga ocupando un hueco en nuestra oficina. Pero, ¿qué podemos aportar para potenciar la inclusividad y acabar con los casos de acoso?

 

Consejos para frenar la lgtbifobia 

 

Invierte tiempo en formación

Cuando hablamos de inclusión tenemos que tener en cuenta que las personas que forman el ecosistema de una empresa han recibido  educaciones distintas. Por eso, es importante  invertir tiempo en formar a nuestros líderes con el objetivo de que puedan identificar comportamientos homofóbicos o transfóbicos a tiempo y poder tomar medidas.

 

Implanta normas

Ante un contexto en el que las personas del colectivo LGTBIQ+ se encuentran en un estado de máxima vulnerabilidad, una buena opción para que las empresas puedan estar preparadas para el conflicto es aprobar protocolos contra el acoso laboral por orientación sexual, identidad o expresión de género. De esta forma, no solo sabremos cómo actuar sino que también educaremos a los trabajadores.

 

Muestra empatía

Crear marcos de escucha y diálogo en nuestra empresa es más importante que nunca. Aunque la realidad que vive el colectivo sea diferente a la nuestra, es esencial que, en caso de episodios de acoso, escuchemos a la persona afectada y tratemos de frenar la escalada del conflicto lo antes posible. 

 

Normaliza

 Las personas LGTBIQ+ reúnen las mismas cualidades y habilidades profesionales que los demás. Una buena opción para generar espacios seguros es no dudar en contratarles si tienen el perfil que estamos buscando. Si seguimos silenciando a este colectivo, seguiremos apostando por un modelo de sociedad intolerante y sin referentes para futuras generaciones. 

 

Los casos de ataques lgtbifóbicos no son nada sencillos de gestionar porque estamos hablando de un conflicto que trasciende a lo meramente profesional. Por eso, si nos encontramos con esta situación en nuestra empresa y no sabemos qué hacer para frenar la escalada del conflicto, un mediador, como ojo externo e imparcial, puede ayudarnos a tomar medidas basadas en la escucha, el diálogo y la empatía. Todo ello, con el objetivo de que la persona afectada pueda sentirse segura y la otra, recapacitar sobre sus actos para que no vuelvan a repetirse.